El Preclásico es un período de la historia de Mesoamérica que abarca desde el año 2500 a.C. hasta el 200 d.C. o 250 d.C. En este período se desarrollaron importantes civilizaciones como la Olmeca, Maya y Zapoteca. El periodo preclásico, que abarca un extenso lapso temporal, ha sido subdividido en tres etapas diferenciadas por su desarrollo cultural y social:
- Preclásico temprano (2200 a.C. – 1200 a.C.)
- Preclásico medio (1200 a.C. – 400 a.C.)
- Preclásico tardío (400 a.C. – 250 d.C.)
El preclásico temprano marcó un punto de inflexión en la historia mesoamericana, pues coincidió con el proceso de sedentarización. La domesticación de cultivos permitió a los grupos humanos establecerse en aldeas permanentes, abandonando gradualmente la vida nómada basada en la caza y la recolección. Este cambio trajo consigo una mayor estabilidad social y económica, sentando las bases para el surgimiento de sociedades más complejas.
Durante el preclásico medio, el desarrollo de nuevas técnicas agrícolas propició el crecimiento de los asentamientos, que evolucionaron de pequeñas aldeas a centros urbanos con estructuras sociales más jerárquicas. En este periodo emergió la civilización olmeca, considerada la primera gran cultura mesoamericana, cuya influencia se extendió más allá de su núcleo en las actuales regiones de Veracruz y Tabasco, alcanzando amplias zonas del interior de México y América Central.
Esta evolución marcó el inicio de las sociedades organizadas en Mesoamérica, donde los cambios en la economía, la política y la cultura sentaron las bases para el desarrollo de las civilizaciones que florecerían en los siglos posteriores.

Indice de contenidos
- Datos curiosos del periodo preclásico
- Características del periodo preclásico
- Etapas del periodo preclásico
- Preclásico Temprano: El inicio de la civilización mesoamericana
- Preclásico Medio: Transformaciones sociales y avances tecnológicos
- Preclásico Tardío: Expansión urbana y consolidación de las civilizaciones mesoamericanas
- Diversificación cultural y urbanización
- El declive de Cuicuilco y el ascenso de Teotihuacán
- Consolidación del sistema político y religioso
- El desarrollo del calendario y la escritura
- Diversificación de las culturas del Preclásico Tardío
- Los zapotecas y la consolidación de Monte Albán
- Los mayas y el auge de El Mirador
- Teotihuacán y la transición al periodo Clásico
- Organización social del periodo preclásico
- Culturas y civilizaciones del periodo preclásico
- Fuentes y recursos adicionales
Datos curiosos del periodo preclásico
Las primeras ciudades surgieron antes de lo que se pensaba
Aunque el periodo Clásico es reconocido por el auge de las grandes ciudades mesoamericanas, recientes hallazgos han demostrado que algunas urbes ya existían en el Preclásico Tardío. El Mirador, en Guatemala, es un ejemplo de ello, con pirámides monumentales construidas alrededor del 800 a.C., lo que la convierte en una de las primeras ciudades de América.La cerámica más antigua de Mesoamérica se encontró en Guerrero
Uno de los indicios más claros del inicio de la civilización mesoamericana fue el desarrollo de la cerámica, utilizada para almacenar alimentos y líquidos. Los vestigios más antiguos de este tipo de alfarería fueron descubiertos en Puerto Marqués, Guerrero, y se han fechado alrededor del 2440 a.C., lo que marca el inicio del proceso de sedentarización.Los olmecas fueron los primeros escultores de Mesoamérica
La cultura olmeca, considerada la «cultura madre», fue la primera en desarrollar la escultura monumental en piedra. Sus famosas cabezas colosales de basalto, que miden hasta 3 metros de altura y pesan más de 20 toneladas, han desconcertado a los arqueólogos por la complejidad de su tallado y el transporte de los bloques de piedra desde canteras lejanas.El primer calendario mesoamericano surgió en el Preclásico
Durante el Preclásico Medio, las civilizaciones mesoamericanas desarrollaron un sistema calendárico basado en ciclos astronómicos. El calendario sagrado de 260 días, utilizado en rituales y adivinaciones, ya estaba en uso antes del 600 a.C. Se cree que este sistema influyó en los calendarios mayas y mexicas que se utilizarían siglos después.Cuicuilco, la ciudad sepultada por un volcán
Ubicada en el Valle de México, Cuicuilco fue una de las primeras ciudades con una pirámide circular y una planificación urbana avanzada. Sin embargo, su desarrollo se vio interrumpido por la erupción del volcán Xitle, que la cubrió con lava alrededor del 150 d.C.. Este desastre natural obligó a sus habitantes a migrar, favoreciendo el crecimiento de Teotihuacán, que se convertiría en la metrópoli dominante del periodo Clásico.
Características del periodo preclásico
El horizonte cultural preclásico fue un periodo clave en la historia de Mesoamérica, pues en él se establecieron elementos fundamentales que perdurarían en las civilizaciones del clásico y posclásico. Entre estos avances destacan la domesticación del maíz, el surgimiento de centros ceremoniales, el uso de un calendario ritual, la práctica del juego de pelota y la consolidación de redes comerciales de larga distancia, que facilitaron el intercambio de bienes y conocimientos entre distintas regiones.
Sedentarización y desarrollo agrícola: Durante este periodo, los grupos humanos pasaron de una vida nómada basada en la caza y la recolección a establecerse en aldeas permanentes. La domesticación del maíz y otros cultivos permitió una producción más eficiente de alimentos, asegurando estabilidad y crecimiento poblacional.
Estructuración social y jerarquización: A medida que los asentamientos crecieron, surgieron diferencias sociales más marcadas. Se establecieron élites gobernantes, sacerdotes y clases productoras, lo que dio paso a una organización más compleja dentro de las comunidades.
Aparición de centros ceremoniales: Con el desarrollo de las aldeas, se comenzaron a construir plazas, templos y otros espacios de uso ritual. Estas estructuras reflejaban la importancia de la religión en la vida cotidiana y la consolidación de una clase sacerdotal.
Innovaciones tecnológicas y arquitectónicas: Se introdujeron nuevas técnicas para la construcción de viviendas y edificaciones públicas. El uso de piedra y arcilla se hizo más común, y algunas culturas comenzaron a esculpir monumentos de gran tamaño, como las cabezas colosales olmecas.
Surgimiento de la cultura olmeca: Considerada la «cultura madre» de Mesoamérica, la civilización olmeca se desarrolló en el preclásico medio y sentó las bases para futuros desarrollos culturales. Su influencia abarcó amplias regiones, introduciendo elementos iconográficos, religiosos y arquitectónicos que perdurarían en civilizaciones posteriores.
Intercambio cultural y expansión territorial: Las primeras redes de comercio comenzaron a consolidarse, permitiendo el intercambio de bienes como obsidiana, jade y cerámica entre diferentes grupos. Esto facilitó la difusión de ideas, técnicas y estilos artísticos en toda Mesoamérica.
Desarrollo de la cosmovisión mesoamericana: Durante este periodo se establecieron creencias fundamentales sobre la relación entre los dioses, la naturaleza y la humanidad. Se definieron rituales agrícolas, prácticas religiosas y representaciones simbólicas que perdurarían en civilizaciones como la maya y la mexica.
El periodo preclásico llegó a su fin alrededor del año 250 d.C., dando paso a transformaciones significativas que marcaron el inicio del periodo clásico. Entre los eventos clave de esta transición se encuentra la destrucción de Cuicuilco por la erupción del volcán Xitle, lo que permitió el ascenso de otros centros urbanos. Asimismo, comenzaron a definirse los rasgos culturales distintivos de civilizaciones como la maya, la zapoteca y la teotihuacana, cuyos desarrollos arquitectónicos, religiosos y políticos sentaron las bases del esplendor mesoamericano en los siglos posteriores.
Etapas del periodo preclásico
Preclásico Temprano: El inicio de la civilización mesoamericana
El Preclásico Temprano (2500 a.C. – 1200 a.C.) marcó el punto de transición entre el periodo cenolítico superior y el inicio de la civilización mesoamericana. Uno de los principales indicadores de este cambio fue la producción de cerámica, un rasgo característico de las sociedades plenamente sedentarias.
En Mesoamérica, los vestigios más antiguos de cerámica han sido encontrados en Puerto Marqués, Guerrero, con una antigüedad aproximada de 2440 a.C.. La aparición de esta tecnología permitió el almacenamiento de alimentos y líquidos, facilitando el desarrollo de asentamientos permanentes.
Durante esta etapa, las sociedades mesoamericanas aún carecían de grandes construcciones monumentales, lo que sugiere que mantenían una organización relativamente igualitaria. Sin embargo, la estructura social ya mostraba una jerarquización basada en la edad y el género, con divisiones en el trabajo que diferenciaban roles dentro de la comunidad.
Diversificación cultural y redes de intercambio
A lo largo del Preclásico Temprano, Mesoamérica experimentó un proceso de diversificación cultural, en el que distintas regiones desarrollaron sus propias tradiciones económicas y sociales. Aunque cada grupo tenía especializaciones productivas, ninguno era autosuficiente, lo que incentivó la formación de redes de intercambio comercial.
Este comercio, aunque incipiente en esta etapa, fue fundamental en la configuración de la civilización mesoamericana, permitiendo la circulación de bienes, conocimientos y creencias religiosas. En este contexto, comenzaron a consolidarse las primeras expresiones del sistema de creencias mesoamericano, reflejadas en el culto a los elementos naturales.
Los asentamientos predominantes en esta época eran aldeas agrícolas, algunas de las cuales comenzaron a destacar en sus respectivas regiones, como El Opeño en Occidente, Tlatilco y Chalcatzingo en el Centro, y San José Mogote en Oaxaca.
San José Mogote y el surgimiento de la arquitectura ceremonial
Uno de los primeros ejemplos de arquitectura monumental en Mesoamérica se encuentra en San José Mogote, un asentamiento ubicado en el valle de Etla, Oaxaca. Esta aldea agrícola alcanzó su mayor esplendor hacia el final del Preclásico Temprano y desempeñó un papel clave en el desarrollo de la cultura zapoteca.
Los vestigios arquitectónicos de San José Mogote reflejan una organización social más avanzada y el establecimiento de un centro ceremonial. Sin embargo, con el crecimiento de Monte Albán hacia el final del Preclásico Medio, la importancia de San José Mogote comenzó a disminuir, marcando el inicio de una nueva etapa en la evolución mesoamericana.
La Mixteca y los primeros asentamientos de Oaxaca
Durante el Preclásico Temprano, la región de la Mixteca (compartida por los actuales estados de Oaxaca, Puebla y Guerrero) ya mostraba evidencias de ocupación humana de larga data.
Uno de los principales asentamientos de la zona fue Yucuita (del mixteco yuku, ‘cerro’, e ita, ‘flor’), una aldea fundada aproximadamente en 1400 a.C.. Este sitio contaba con una plataforma central de piedra, en torno a la cual se distribuían las chozas de sus habitantes, sugiriendo una organización comunitaria en torno a un centro ceremonial primitivo.
El Preclásico Medio (1200 a.C. – 400 a.C.) fue un periodo de grandes transformaciones, tanto en la organización social como en el desarrollo tecnológico.
Uno de los cambios más significativos fue la introducción de sistemas de irrigación y control de aguas en regiones clave de Mesoamérica. Investigaciones como las de Ángel Palerm han señalado que la movilización de grandes cantidades de mano de obra para la construcción de estos sistemas es un indicio de que las sociedades ya estaban segmentadas y dirigidas por un Estado centralizado.
A medida que la agricultura se hizo más eficiente, la sociedad experimentó una creciente estratificación social. Este proceso llevó a la especialización de actividades económicas y al fortalecimiento de nuevos grupos dentro de la jerarquía:
- Clase gobernante y sacerdotal: Encargada de la administración, los rituales religiosos y el control del territorio.
- Guerreros y comerciantes: Con un rol clave en la defensa y expansión de los territorios, además del intercambio de bienes.
- Artesanos y agricultores: Responsables de la producción de herramientas, cerámica, textiles y cultivos.
El fortalecimiento de esta estructura social tuvo un impacto en la urbanización. Las aldeas que habían comenzado a crecer en el Preclásico Temprano evolucionaron en esta fase hacia ciudades organizadas con arquitectura monumental y planificación urbana.
La cultura olmeca y su influencia mesoamericana
Uno de los hitos del Preclásico Medio fue la consolidación de la cultura olmeca, cuyo esplendor se extendió entre 1400 a.C. y 400 a.C..
A diferencia de otras sociedades de la época, los olmecas construyeron complejos urbanos con planificación ceremonial y estructuración jerárquica. Sitios como La Venta, San Lorenzo y Tres Zapotes destacan por sus pirámides, plazas ceremoniales y cabezas colosales de basalto, evidencia de un sistema político centralizado con liderazgo teocrático.
La influencia olmeca se extendió a través del comercio y el intercambio cultural, alcanzando zonas como el Altiplano Central, Oaxaca y las tierras bajas del sureste.
Urbanización y desarrollo del calendario mesoamericano
El Preclásico Medio también fue testigo del desarrollo de la escritura y el calendario ritual, elementos fundamentales en la cosmovisión mesoamericana.
La evidencia más antigua de escritura en la región proviene de inscripciones halladas en San José Mogote y Monte Albán, fechadas en el 600 a.C.. Estos registros, junto con los hallazgos en las Estelas 12 y 13 de Monte Albán, sugieren que los primeros sistemas de escritura estaban vinculados con registros políticos y religiosos.
Asimismo, en este periodo se consolidó el calendario ritual de 260 días, una de las contribuciones más duraderas de Mesoamérica.
Ciudades destacadas del Preclásico Medio
Entre los principales centros urbanos que surgieron en esta época destacan:
- La Venta (Tabasco): Principal centro ceremonial olmeca, con complejos piramidales y grandes cabezas de piedra.
- San José Mogote (Oaxaca): Uno de los primeros asentamientos con arquitectura ceremonial, precursor de Monte Albán.
- Chalcatzingo (Morelos): Sitio con relieves tallados que evidencian influencia olmeca en el Altiplano Central.
Estas ciudades, junto con otras en desarrollo, marcaron la transición hacia el Preclásico Tardío, etapa en la que la urbanización y la estratificación social alcanzaron un mayor nivel de sofisticación.
Preclásico Tardío: Expansión urbana y consolidación de las civilizaciones mesoamericanas
El Preclásico Tardío (400 a.C. – 250 d.C.) representó una etapa de profunda transformación cultural, urbanística y política en Mesoamérica. Durante este periodo, las ciudades se expandieron, las estructuras políticas se fortalecieron y las bases del pensamiento religioso y cosmogónico mesoamericano alcanzaron una mayor complejidad.
El colapso gradual de la cultura olmeca no significó el fin de su legado, sino que marcó la diversificación y regionalización de sus influencias, que se incorporaron en el desarrollo de nuevas sociedades.
Diversificación cultural y urbanización
A diferencia de etapas anteriores, en las que predominaban aldeas agrícolas con algún tipo de organización política, el Preclásico Tardío fue testigo del surgimiento de grandes centros urbanos con funciones administrativas, ceremoniales y comerciales.
Entre las ciudades más importantes que emergieron en esta época destacan:
- Cuicuilco (Valle de México): Primer gran centro urbano del Altiplano Central, caracterizado por su pirámide circular y su expansión territorial.
- Monte Albán (Oaxaca): Capital zapoteca que consolidó un sistema político centralizado y una planificación urbana sofisticada.
- El Mirador (Guatemala): Una de las primeras ciudades mayas en alcanzar una gran escala, con pirámides monumentales y complejos arquitectónicos de gran magnitud.
El crecimiento de estas ciudades estuvo acompañado por la intensificación de redes comerciales y el intercambio cultural entre distintas regiones de Mesoamérica.
El declive de Cuicuilco y el ascenso de Teotihuacán
Uno de los acontecimientos más significativos del Preclásico Tardío fue la desaparición de Cuicuilco, la primera gran ciudad del Valle de México.
Alrededor del 150 d.C., la erupción del volcán Xitle cubrió el asentamiento con lava, obligando a sus habitantes a desplazarse hacia nuevas regiones. Este evento coincidió con el crecimiento de Teotihuacán, una ciudad que en los siglos siguientes se convertiría en el principal centro político, económico y cultural de Mesoamérica.
Se ha propuesto que la migración de los habitantes de Cuicuilco influyó en el desarrollo de Teotihuacán, aportando conocimientos sobre organización urbana y religiosa.
Consolidación del sistema político y religioso
El Preclásico Tardío marcó la consolidación de un sistema de gobierno más estructurado, en el que las élites gobernantes ejercían control sobre amplios territorios.
Este sistema estaba compuesto por:
- Dirigentes y sacerdotes: Encargados de la administración de la ciudad y de los rituales religiosos.
- Guerreros y comerciantes: Responsables de la defensa territorial y del intercambio de bienes.
- Agricultores y artesanos: Sostén de la economía mediante la producción de alimentos y objetos utilitarios.
La religión tuvo un papel fundamental en la consolidación del poder político. Durante esta etapa, se expandió el culto a deidades vinculadas con la fertilidad, el agua y el tiempo, estableciendo una relación directa entre la autoridad gobernante y el mandato divino.
El desarrollo del calendario y la escritura
Durante el Preclásico Tardío, se consolidaron los sistemas de calendario y escritura, que serían utilizados ampliamente en periodos posteriores.
- El calendario ritual de 260 días y el calendario solar de 365 días se combinaron en un sistema cíclico que regulaba las actividades agrícolas y ceremoniales.
- Se registraron los primeros textos jeroglíficos en la región zapoteca, lo que evidencia la existencia de sistemas administrativos avanzados.
Estos avances fueron fundamentales para la organización de los Estados mesoamericanos y su capacidad para planificar cultivos, predecir eventos astronómicos y registrar acontecimientos políticos y religiosos.
Diversificación de las culturas del Preclásico Tardío
A lo largo de Mesoamérica, distintas sociedades evolucionaron con características propias.
Los zapotecas y la consolidación de Monte Albán
Monte Albán se convirtió en la primera gran capital del área oaxaqueña, destacando por su arquitectura monumental, inscripciones jeroglíficas y tumbas elaboradas. Su influencia se extendió a través del comercio y alianzas con otras ciudades.
Los mayas y el auge de El Mirador
Los mayas consolidaron un modelo de ciudades-Estado, con centros urbanos como El Mirador y Nakbé, que presentaban grandes templos piramidales y complejos ceremoniales de gran escala.
Teotihuacán y la transición al periodo Clásico
Hacia el final del Preclásico Tardío, Teotihuacán emergió como un centro urbano con una planificación altamente sofisticada, marcando el inicio del periodo Clásico mesoamericano.
A lo largo de sus 2,500 años de duración, el periodo preclásico experimentó transformaciones significativas en su estructura social. En sus inicios, las comunidades mantenían una organización igualitaria, donde el parentesco era el principal vínculo de cohesión. Las aldeas estaban compuestas por grupos familiares cercanos, y las diferencias sociales eran mínimas, limitándose a la división de roles según la edad y el género.
Sin embargo, con el crecimiento poblacional y la expansión de las aldeas, las jerarquías comenzaron a consolidarse. Hacia el preclásico medio, ciertas familias con linajes específicos adquirieron mayor prestigio y privilegios, asumiendo roles de liderazgo dentro de la comunidad. Este proceso dio origen a las primeras formas de gobierno, en las que un grupo selecto dirigía las actividades económicas, religiosas y políticas.
A partir del 1000 a.C., la estratificación social se hizo más evidente. En muchas sociedades preclásicas, se establecieron distintos estratos o clases, entre los que destacaban:
- Clase gobernante: Responsable de la toma de decisiones y la administración del territorio.
- Clase guerrera: Aliada del gobierno, encargada de la defensa y el control de la población.
- Clase sacerdotal: Custodia de las prácticas religiosas y del equilibrio entre el mundo sagrado y terrenal.
- Clases bajas: Integradas por agricultores y artesanos, quienes sostenían la economía de la comunidad.
Esta evolución en la organización social sentó las bases para el modelo jerárquico que caracterizaría a las grandes civilizaciones mesoamericanas del periodo clásico, consolidando un sistema donde el poder y la autoridad quedaron en manos de una élite gobernante.
Culturas y civilizaciones del periodo preclásico
Durante el periodo preclásico, diversas culturas con distintos niveles de desarrollo surgieron en Mesoamérica. A medida que la agricultura se consolidó y las sociedades evolucionaron, estas civilizaciones establecieron asentamientos, centros ceremoniales y redes comerciales, sentando las bases para el florecimiento de las culturas del periodo clásico.
A continuación, se presentan algunas de las culturas más representativas de cada etapa del preclásico.
Tlatilco: una cultura emergente del preclásico temprano
Ubicada en la cuenca del valle de México, la cultura tlatilco representa uno de los primeros ejemplos de asentamientos organizados en Mesoamérica. Su proceso de sedentarización se consolidó alrededor del 1400 a.C., cuando comenzaron a establecerse aldeas dispersas con control sobre amplias extensiones de territorio.
Los hallazgos arqueológicos de Tlatilco revelan una sociedad con una incipiente estratificación social, donde la ubicación de las viviendas reflejaba diferencias de estatus dentro de la comunidad. Las aldeas más grandes pudieron haber funcionado como centros de toma de decisiones y comercio, favoreciendo intercambios culturales y económicos con otras civilizaciones, especialmente con los olmecas, cuya influencia es visible en la alfarería, la escultura y las técnicas agrícolas de Tlatilco.
Olmecas: la primera gran civilización de Mesoamérica
Considerada la cultura madre de Mesoamérica, la civilización olmeca alcanzó su esplendor entre el 1400 a.C. y el 400 a.C., consolidándose como la primera sociedad en desarrollar arquitectura monumental y sistemas de organización complejos.
Sitios arqueológicos como La Venta muestran una clara planificación urbana con plazas ceremoniales y edificaciones rectangulares. Asimismo, los olmecas destacaron por su habilidad escultórica, representada en las cabezas colosales de basalto, así como en el uso de materiales como jade y obsidiana para la elaboración de herramientas y figurillas.
A través del comercio, la cultura olmeca expandió su influencia a distintas regiones de Mesoamérica. Sin embargo, hacia el 400 a.C., sus estilos artísticos y rasgos culturales comenzaron a disolverse, dando paso a nuevas manifestaciones en sociedades emergentes.
Los antecedentes de la cultura zapoteca en el preclásico
En los valles centrales de Oaxaca, el proceso de sedentarización permitió la consolidación de poblados que evolucionaron hacia centros urbanos. En el sitio de San José Mogote, datado en el 600 a.C., se hallaron inscripciones en muros, evidenciando un temprano desarrollo de la escritura y el uso de simbolismo ritual.
A lo largo de los siglos, San José Mogote perdió relevancia, mientras que Monte Albán comenzó a consolidarse como el centro político y religioso de la región. Su crecimiento continuó en los periodos preclásico tardío y clásico, estableciendo el dominio de la cultura zapoteca sobre Oaxaca entre el 500 a.C. y el 800 d.C.
Los mayas: el surgimiento de una civilización avanzada
El desarrollo de la civilización maya comenzó en el preclásico temprano (1500 a.C.), con el establecimiento de aldeas agrícolas y un progresivo crecimiento poblacional. Durante el preclásico medio, estos asentamientos evolucionaron hacia las primeras ciudades, consolidando una organización social basada en sistemas de gobierno del tipo ciudad-Estado.
La ciudad más antigua conocida hasta el momento es Aguada Fénix, en el actual Tabasco, cuyos restos arquitectónicos datan del 1000 a.C. Otras ciudades como El Ceibal, Nakbé y El Mirador, en Guatemala, surgieron alrededor del 800 a.C., destacando por sus plataformas piramidales y templos decorados con motivos solares y astronómicos.
El crecimiento poblacional, el desarrollo de redes comerciales y alianzas entre ciudades, así como los avances en matemáticas, astronomía y escritura, marcaron la transición hacia el periodo clásico, en el que la civilización maya alcanzaría su máximo esplendor.
Fuentes y recursos adicionales
- Coe, M. D., & Houston, S. D. (2015). The Maya (9th ed.). Thames & Hudson.
- Diehl, R. A. (2004). The Olmecs: America’s First Civilization. Thames & Hudson.
- Evans, S. T. (2004). Ancient Mexico & Central America: Archaeology and Culture History. Thames & Hudson.
- Grove, D. C. (2014). Discovering the Olmecs: An Unconventional History. University of Texas Press.
- Marcus, J., & Flannery, K. V. (1996). Zapotec Civilization: How Urban Society Evolved in Mexico’s Oaxaca Valley. Thames & Hudson.
- World History Encyclopedia – Mesoamerican Civilization. (2023). Recuperado de: https://www.worldhistory.org/Mesoamerican_Civilization/
- Encyclopaedia Britannica – Olmec Civilization. (2023). Recuperado de: https://www.britannica.com/topic/Olmec
- National Geographic – The Olmecs. (2023). Recuperado de: https://www.nationalgeographic.com/culture/article/olmec-civilization
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