La laguna de Catemaco, con su agua dulce y la atmósfera envolvente que impregna todo su entorno, ha contribuido a dotar a la pulpa de los tegogolos de una suavidad que resulta incomparable, creando una experiencia sensorial que no tiene parangón.
Catemaco, ubicada en el sur de Veracruz, dentro de la región de Los Tuxtlas, se encuentra a aproximadamente 266 kilómetros de Xalapa, accesible a través de la carretera antigua hacia Coatzacoalcos. Esta región es reconocida, no solo por su fama como tierra de brujos y hechiceros, sino también por los tegogolos, pequeños caracoles de agua dulce que, además de su singular sabor, son conocidos por sus propiedades especiales.
Según Paloma Standford Pretelín, dueña del restaurante Julita, los tegogolos son caracoles endémicos de la laguna de Catemaco. Su producción ocurre a lo largo de todo el año, aunque con una ligera disminución durante la temporada fría. Además, algunas comunidades cercanas han comenzado a practicar la acuicultura para reproducirlos de manera controlada, lo que ha permitido ampliar su disponibilidad y mantener su presencia en la región.
¿Cómo se llaman los caracoles de Catemaco?, estos caracoles se llaman Tegogolos y son deliciosos…
Indice de contenidos
¿Qué son los tegogoglos?
Los tegogolos son moluscos de agua dulce que se encuentran en la laguna de Catemaco, en Veracruz, y se destacan por ser una especie rara y única. A diferencia de los caracoles de tierra, más comunes, y los de mar, que son más escasos, los tegogolos crecen de forma natural en este ecosistema. Tienen un color café oscuro y su caparazón tiene un peso casi igual al de su pulpa, lo cual es un detalle importante a considerar al momento de prepararlos.
Este molusco es una exclusividad que habita en las orillas de la laguna, y aunque no se produce en grandes cantidades debido a su crecimiento natural, se puede disfrutar en varios restaurantes situados cerca de la laguna.
El ceviche o coctel de tegogolos es la preparación más tradicional, que suele incluir chile verde, jitomate, cebolla, a veces cilantro, y un toque de jugo de limón. Este plato se puede acompañar con tostadas de maíz o tortillas frescas, pero lo que lo hace aún más especial son las picadas o pellizcadas locales, que aportan un toque distintivo al sabor.
Los caracoles de tierra, que cariñosamente llamamos panteoneros, se consumían desde la época romana y llegaron a culturas como la española y la francesa.
Recolectando Tegogolos
Fernando, conocido como «el Tegogolero», es uno de los muchos vendedores que recorren las calles de Catemaco en motocicleta, ofreciendo tegogolos en forma de cocteles a los turistas. Además de su exquisito sabor, Fernando asegura que estos caracoles son afrodisíacos y energizantes. Según él, «el que viene a Catemaco y no come tegogolos, es como si no hubiera venido». Esta afirmación resalta la importancia cultural de este manjar en la región, que se ha convertido en un símbolo de la identidad local.
Entre los habitantes de Catemaco, existe la firme creencia de que un solo vasito de tegogolos bien preparados puede ser suficiente para recuperar el vigor y «levantar el nervio» de aquellos que se sienten decaídos. Este remedio popular refuerza aún más el valor de este platillo dentro de la comunidad.
Desde antes del amanecer, los pescadores se aventuran en la emblemática laguna en busca de estos caracoles. Aunque el trabajo parece sencillo, en realidad, requiere de gran resistencia y energía, ya que los pescadores deben sumergirse en las partes más profundas de la laguna para encontrar los tegogolos.
En cuanto a su aspecto, los tegogolos se asemejan a los caracoles de tierra. Tienen un tonalidad café oscuro, y su caparazón tiene un peso casi igual al de su pulpa. Su textura es similar a la del pulpo, lo que los convierte en un manjar distintivo y apreciado por su sabor único.
A lo largo del malecón, hay restaurantes que los venden preparados en diferentes platillos, aunque el más común es el ceviche, acompañado de una salsa picante y galletas saladas.
Propiedades Afrodisiacas
Los tegogolos son considerados un afrodisíaco debido a su alto contenido de albúmina, una proteína producida por el hígado que cumple funciones esenciales en el cuerpo, como mantener el líquido dentro del torrente sanguíneo sin que se filtre a otros tejidos. Además, la albúmina transporta varias sustancias importantes, como hormonas, vitaminas y enzimas. Esta propiedad es una de las razones por las que los comensales prefieren comprarlos frescos y por kilo, con un precio que ronda los 350 pesos. No obstante, durante la temporada fría, su disponibilidad disminuye, y el precio puede alcanzar hasta 800 pesos debido a su escasez.
Aunque la pulpa del tegogolo puede resultar un poco dura, su sabor tiene una suavidad incomparable. Esta textura suave y su sabor delicado son factores que fomentan su consumo, atrayendo incluso a turistas extranjeros que llegan especialmente a la región para degustarlos.
Como se comen los tegogolos
«Lo tradicional es el ceviche,» explica «el Tegogolero», quien detalla que este plato se prepara con chile verde, jitomate, cebolla, cilantro y un toque de jugo de limón, aunque también existe la posibilidad de adaptarlo según los gustos del cliente, ya sea con picaditas, pellizcadas o cualquier otra variante solicitada.
El precio de estos platillos puede variar, por lo que se recomienda preguntar antes de realizar el pedido para evitar sorpresas. Además, «el Tegogolero» advierte que no siempre es prudente confiarse cuando se ofrezca «la prueba» del ceviche, ya que algunos vendedores podrían aprovechar esta oportunidad para cobrar por una muestra, lo cual es una práctica que, aunque común, debe ser manejada con precaución.
Los tegogolos son sin duda uno de los platillos más predilectos de Catemaco, pero no son los únicos que destacan en la gastronomía local. Además de este manjar, existen otros platillos tradicionales que también gozan de gran popularidad en la región. Entre ellos se encuentra la mojarra en salsa de tachogobi, una receta característica de la zona, así como la «carne de chango», que en realidad es carne de cerdo ahumada.
Tampoco se pueden dejar de mencionar otros ingredientes autóctonos, como la anguila y los totopes, pequeños charalesque se preparan de manera frita o asada, ofreciendo un sabor único que complementa perfectamente la oferta culinaria de Catemaco. Esta diversidad de platillos refleja la riqueza gastronómica que caracteriza a esta región, convirtiéndola en un destino ideal para los amantes de la comida tradicional mexicana.
Receta sencilla de Tegogolo
Fuentes y recursos adicionales
- Burckhardt, J. (2013). *La cultura del Renacimiento en Italia*. Fondo de Cultura Económica.
- Smith, J. R. (2006). *Afrodisíacos: historia y ciencia de los estimulantes naturales*. Ediciones del Viento.
- Ramos, A. L. (2012). *La gastronomía de Veracruz: Tradiciones y sabores de la costa*. Editorial Veracruzana.
- Ramírez, F. M. (2010). *Historia de la laguna de Catemaco y su influencia en la cultura local*. Universidad Veracruzana.
- Hernández, G. (2007). *Los caracoles de agua dulce: características y usos en la cocina mexicana*. Ediciones Académicas.
- Revista México: Los sabores de Veracruz. (2018). Revista México.
- México Desconocido: Catemaco, tierra de mágicos sabores. (2020). México Desconocido.
- EcuRed: El tegogolo, un manjar veracruzano. (2021). EcuRed.
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